El escritor colombiano Mauricio Montoya será uno de los invitados internacionales en la novena edición de la Feria Internacional del Libro de Ayacucho (Filay), que se desarrollará del 27 de junio al 10 de julio. Durante el evento, Montoya presentará tres obras que giran en torno al microrrelato y la brevedad literaria: Atómicos, Micro-trazos infantiles y Brevedades literarias para lectores inquietos.
Las tres publicaciones comparten una apuesta por lo breve y lo sustancioso, buscando conectar con lectores de todas las edades a través de relatos condensados, pero potentes. En sus palabras, la brevedad no implica simplicidad:
“Hay que masticar los textos breves, como decía Nietzsche. No porque sean cortos deben ser triviales. A veces, lo breve es lo más profundo”, explicó Montoya.
Atómicos es una antología de cuentos extremadamente breves: relatos de máximo veinte palabras. En este proyecto, Montoya actuó como compilador de textos de más de 45 autores de distintos países latinoamericanos. La idea de “cuento atómico”, un subgénero de la minificción, fue acuñada por el colombiano Umberto Senegal, quien también participa en la antología con un texto teórico sobre el género.
“Un cuento atómico tiene que estallar en el lector”, explica Montoya. “No es una frase ni un chiste. Tiene que ser un relato completo, con impacto, que diga mucho en muy pocas palabras”.
El segundo libro, Micro-trazos infantiles, está dirigido a niños que reúne 72 cuentos ilustrados, escritos por 18 autores latinoamericanos. Cada relato no supera las 200 palabras y busca ser una puerta de entrada a la lectura.
“El libro no subestima a los niños. Son cuentos que enseñan, que emocionan, pero sin caer en la caricatura ni el infantilismo”, aclara Montoya.
Según el autor, uno de los logros del libro es que puede ser disfrutado tanto por niños como por adultos:
“Es un libro de 1 a 100 años. Para muchos, puede ser su primer contacto con la lectura, y también un estímulo para empezar a escribir”.
Finalmente, Brevedades literarias para lectores inquietos es una obra de autoría propia, que combina microrrelatos, aforismos, epigramas y reinterpretaciones de mitos clásicos. En ella, Montoya apuesta por la intertextualidad y la provocación.
“Muchos de estos textos hacen crítica social, trastocan mitos o invitan a pensar. Hay textos que no lo dicen todo y exigen un lector activo, que se cuestione y busque entre líneas”.
Durante su participación en la Filay, Montoya también compartirá su visión sobre la producción literaria en la región. Destaca la diversidad y la vitalidad de las voces latinoamericanas actuales, aunque reconoce los desafíos que enfrentan.
“La producción literaria en América Latina hoy es muy prolífica. Hay muchos autores escribiendo desde distintas miradas, estilos y temas. Pero también hay debates vigentes sobre la calidad, sobre lo que se considera literatura legítima o no”, afirma.
Para Montoya, el valor está en arriesgar: “La literatura es una apuesta. Siempre hay que correr riesgos. Si no se innova, si no se desafían los moldes, no se avanza”.
Uno de esos riesgos es precisamente la escritura de relatos breves.
“Hay quienes creen que el cuento atómico no es literatura, que es un invento. Pero es justamente en esos formatos nuevos donde puede nacer algo poderoso”.
Montoya destaca también el papel de las nuevas generaciones y de espacios como los colegios y ferias del libro para fomentar la lectura.
“Los niños tienen muchas historias por contar. Estos libros breves pueden ser la chispa que los anime a escribir y a leer más”.
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