El escritor arequipeño Orlando Mazeyra fue galardonado con el Primer Premio Internacional de Novela por su obra El mal que nos espera en la reciente edición de la Feria Internacional del Libro de Ayacucho (Filay). Esta obra es una historia con el que el escritor se introduce al género novelístico tras su trayectoria como autor de cuentos y cronista.
La obra fue seleccionada entre 66 manuscritos provenientes de diversos países, y representa no solo un triunfo personal, sino también un llamado de atención sobre la vitalidad literaria fuera del centralismo limeño.
“Uno siempre duda si lo que escribe puede competir. Recibir este premio me emociona y me llena de gratitud, sobre todo porque viene de un certamen independiente que apuesta por las voces regionales”, comentó Mazeyra.
El mal que nos espera se creó a partir de recuerdos del autor: viajes iniciáticos con amigos, rituales de paso hacia la adultez, y una atmósfera de exploración.
La novela nace de los recuerdos de juventud del autor: viajes con amigos, momentos de descubrimiento y también experiencias extrañas y oscuras. Ambientada en la costa de Arequipa, «El mal que nos espera» mezcla lo real con lo fantástico y lo psicológico.
“Por primera vez, me alejo del realismo estricto. Quería explorar otros registros, sin dejar de lado lo que me define: contar historias que nacen de vivencias reales pero que toman vuelo en la ficción”, acotó.
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Mazeyra reconoce el peso de la tradición literaria arequipeña y peruana, pero también la necesidad de encontrar su propia voz.
“No se trata de matar al padre literario. A mí me formaron escritores como Reynoso, Vargas Llosa, Arguedas, Ribeyro. Pero uno debe tomar distancia de sus influencias para no derretirse con su fuego”.
Mazeyra reconoce la influencia de escritores como Oswaldo Reynoso y Julio Ramón Ribeyro, pero también defiende la importancia de encontrar una voz propia. Además, critica el centralismo de Lima en el mundo literario peruano.
Para Mazeyra, escribir es una forma de resistir y decir lo que muchos no quieren oír.
“Yo no escribo para agradar. Escribo porque hay cosas que deben ser contadas. Si la literatura no incomoda, no sirve. Hay quienes critican la crudeza de ciertos temas, pero es el país el que está podrido, no el narrador”.
Finalmente, deja un mensaje para los jóvenes escritores: “No se rindan. En el Perú escribir es difícil, pero si crees en tu historia, sigue adelante. No escribas para gustar: escribe desde tu verdad”.
Próximamente, El mal que nos espera será presentada oficialmente en el marco de la Filay en nuestra región.
“Es mi primera novela, y espero que llegue a muchos lectores. Que se incomoden, que se emocionen, que encuentren en ella algo propio. Porque al final, eso es lo que buscamos todos los que escribimos: que alguien, en algún lugar, sienta que no está solo”.