El Poder Judicial ratificó la condena contra Paul Galarza, suboficial de la Policía Nacional del Perú, acusado de integrar una organización criminal dedicada a la extorsión. Según la investigación, el efectivo aprovechaba su cargo en la comisaría de Barboncito, en el distrito limeño de San Martín de Porres, para manipular a las víctimas y disuadirlas de denunciar, exigiendo el pago del dinero solicitado por los delincuentes.
Paralelamente, en el norte del país, la Fiscalía de Lambayeque solicitó ocho años de prisión para el excomandante Abraham Arturo Cuadros Rojas, exjefe de la Unidad de Tránsito de Chiclayo, investigado por el presunto delito de cobro de cupos a transportistas. De acuerdo con la acusación fiscal, Cuadros habría liderado la organización criminal conocida como “Los Rápidos del Norte”, que exigía pagos ilegales de entre 20 y 50 soles a los conductores.
El dinero recaudado habría sido destinado a mandos policiales superiores, entre ellos el propio Cuadros y el teniente Luis Miguel Salcedo, también investigado. Ambos enfrentan prisión preventiva mientras continúan las diligencias.
Estos casos reflejan la preocupación por los actos de corrupción dentro de la Policía Nacional, un problema que afecta la confianza ciudadana en las instituciones encargadas de la seguridad y el orden público. Las autoridades judiciales reiteraron que los procesos continuarán para determinar responsabilidades y sanciones correspondientes.