El teatro ayacuchano ha atravesado ciclos de esplendor, silencio y renacimiento, y uno de sus principales impulsores en la actualidad es el grupo Ave Fénix, dirigido por Iván Flores Ataurima. Tras años de inactividad generados por el conflicto armado interno, el retorno de Flores en 1997 marcó un punto de quiebre para las artes escénicas en Huamanga.
Flores, formado en Lima y decidido a reactivar la actividad teatral en su ciudad, inició un taller gratuito en el entonces INC. De allí surgió Ave Fénix, nombre propuesto por una joven que vio en su iniciativa un “renacer de las cenizas”. Desde entonces, el director ha alquilado e implementado espacios por cuenta propia hasta consolidar una sala teatral con capacidad para 100 personas, ubicada a pocas cuadras de la Plaza Mayor.
El grupo se ha convertido en un semillero de nuevos talentos y una plataforma de continuidad para la tradición escénica ayacuchana. Entre los artistas formados por Flores destacan figuras que hoy llevan adelante proyectos independientes. Actualmente, Ave Fénix ofrece funciones recurrentes los fines de semana y busca mantenerse activo pese a las dificultades estructurales que enfrenta el sector cultural en la región.
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