Un equipo de arqueólogos peruanos y japoneses ha realizado un importante hallazgo en el centro ceremonial de Campanayuq Rumi, ubicado en la provincia de Vilcas Huamán. Se trata de un conjunto de escalinatas sagradas y un altar ceremonial de aproximadamente 3 300 años de antigüedad, considerados únicos en su tipo en toda la sierra centro-sur del Perú.
Este descubrimiento forma parte de los trabajos del Proyecto de Investigación Arqueológica Campanayuq Rumi 2025, dirigido por el arqueólogo ayacuchano Yuri I. Cavero Palomino con el asesoramiento científico de Yuichi Matsumoto, del Museo Nacional de Etnología de Japón.
Durante las excavaciones de esta temporada, los investigadores se enfocaron en dos sectores. Pero el hallazgo más destacado se encuentra en el lado oeste del sitio ceremonial. Allí se descubrieron dos escalinatas monumentales construidas con grandes bloques de piedra finamente tallados, en excelente estado de conservación.
Una de las escalinatas, de cinco peldaños, da acceso a una plaza semi subterránea. La segunda, de mayor tamaño, mide cerca de 4 metros de alto por 2.4 metros de ancho, y está formada por 10 escalones de piedra. Según los especialistas, su construcción data del año 800 a. C.
“Una escalinata como esta no tiene precedentes en la región centro-sur del Perú”, afirmó el arqueólogo Yuri Cavero. “Su diseño y técnica constructiva muestran una clara relación con el templo de Chavín de Huántar, a más de 600 kilómetros de distancia”.
Además de las escalinatas, los investigadores hallaron un altar ceremonial en el centro de la plaza hundida, elaborado también con piedras finamente trabajadas. En el centro del altar se erige una piedra vertical, que habría tenido un profundo significado religioso.
“Todo indica que aquí se llevaban a cabo rituales religiosos y ceremonias públicas importantes, la arquitectura y los objetos encontrados confirman la importancia de este lugar en la formación de las primeras sociedades complejas de los Andes”, explicó Matsumoto.
Los investigadores destacan que, desde aproximadamente el año 1000 a. C., en este sitio se desarrolló una sociedad organizada, con jerarquías sociales, prácticas religiosas complejas y redes de intercambio de bienes como la obsidiana.
“Campanayuq Rumi muestra una arquitectura monumental y una red de contactos que lo posiciona como un centro ceremonial de gran relevancia en la historia del Perú antiguo” indicó Cavero.
El equipo de investigación hizo un llamado a las autoridades locales, regionales y nacionales para proteger este patrimonio arqueológico, que actualmente enfrenta amenazas de destrucción.
“Necesitamos el apoyo de las autoridades y de toda la población para preservar este lugar. Su valor no solo es arqueológico, sino también cultural y turístico”, sostuvo Cavero.
El proyecto cuenta con el financiamiento del gobierno de Japón, a través de la Sociedad para la Promoción de la Ciencia. Participan arqueólogos egresados de varias universidades peruanas y estudiantes de conservación y restauración, además de pobladores del barrio Alto Perú de Vilcas Huamán, quienes colaboran como personal auxiliar.
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