El general PNP en retiro y exministro del Interior, Cluber Aliaga Lodtman, cuestionó el operativo policial desplegado durante las protestas del 15 de octubre, al considerar que los agentes fueron empleados “como una barrera humana” y que el plan de operaciones presentó “deficiencias graves” en su ejecución. En entrevista con Diario Jornada, Aliaga señaló que la exposición directa de los efectivos al enfrentamiento con los manifestantes refleja una falta de previsión y equipamiento adecuado, lo que derivó en un alto número de heridos.
Explicó que en este tipo de intervenciones se deben emplear barreras físicas —como mallas, rejas metálicas o bloques de concreto— que sirvan para contener los proyectiles.
“Hay que evitar en todo momento el contacto físico entre policías y manifestantes”, indicó.
Aliaga subrayó la importancia de planificar los límites de las manifestaciones, advertir a la ciudadanía sobre las zonas autorizadas.
“Los policías no son los responsables de los males del país. Ellos no hacen las leyes ni gobiernan; solo cumplen su trabajo. Pero reciben la ira de la población”, sostuvo.
El exministro también consideró que el número de heridos es evidencia de un plan operativo fallido y de fallas en la cadena de mando. “La policía no puede seguir actuando igual que hace décadas”, afirmó. En ese sentido, responsabilizó al comandante general, Óscar Arriola, y a las más altas autoridades del sector por no garantizar que los agentes cuenten con las condiciones necesarias para cumplir su labor.
Aliaga Lodtman señaló que la modernización policial debe incluir la incorporación de nuevas tecnologías en lugar de prácticas antiguas, como la infiltración de agentes dentro de las protestas.
“Hoy existen cámaras de largo alcance, drones y sistemas que permiten registrar e identificar a los violentistas sin poner en riesgo al personal”, explicó.
Con estos medios se puede recopilar evidencia, solicitar órdenes judiciales y realizar capturas sin necesidad de exponerse al peligro directo.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que existan responsabilidades en el mando policial o en el Ministerio del Interior por el uso indebido de armas durante las manifestaciones, Cluber Aliaga respondió que esa información debe ser esclarecida por los órganos de control e inspectoría.
“Hay que esperar los informes que determinen si la ejecución del plan fue adecuada o no”, precisó.
El exministro también reflexionó sobre la imagen institucional de la Policía Nacional frente a la ciudadanía. Reconoció que existen deficiencias, pero destacó el esfuerzo y la entrega del personal.
“No tenemos una policía perfecta, pero sí buenos policías que merecen reconocimiento y apoyo”, señaló.
Aliaga insistió en que los problemas de legitimidad de la institución no se deben a su esencia, sino a las deficiencias del sistema político y la desconfianza social.
“Un policía también viene del pueblo, no es parte de la clase del poder”, expresó.
Finalmente, el general en retiro de la PNP remarcó que la clave para mejorar el desempeño policial está en el fortalecimiento de la formación y la calidad de las escuelas. A su juicio, el Estado tiene la responsabilidad política de asegurar que la formación policial sea rigurosa y de calidad. Solo así se logrará contar con agentes empáticos, preparados y respetuosos del uso legítimo de la fuerza.
“Cuando la población reconoce la corrección del policía, obedece su autoridad. Esa es la base del orden y del respeto”, finalizó.
> Cluber Aliaga fue ministro del Interior en 2020 y general PNP, especializado en control de disturbios. |
> La marcha del 15 de octubre dejó más de 80 heridos y una persona fallecida, según Defensoría del Pueblo. |
Exministro rechazó el uso del Ejército en protestas
Respecto a la posibilidad de involucrar a las Fuerzas Armadas en las labores de control de protestas —como ocurrió en Ayacucho en diciembre de 2022, donde murieron diez personas—, Aliaga fue enfático:
“El militar está preparado para la guerra, no para enfrentar a la población. No estamos frente a enemigos, sino ante ciudadanos que expresan su descontento. El control del orden público debe estar en manos de la Policía.”
El exministro planteó que el Ejército puede apoyar en otras tareas, como la seguridad de instalaciones estratégicas o penales, para liberar a más efectivos policiales hacia el trabajo de campo. Sin embargo, insistió en que la solución pasa por fortalecer la formación y equipamiento de la Policía.
“Si queremos una Policía respetada, debemos garantizar que sus escuelas formen profesionales capacitados, empáticos y capaces de usar la fuerza como último recurso. Solo así la institución podrá recuperar legitimidad ante la ciudadanía”, concluyó Aliaga.
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