El panetón es hoy un símbolo infaltable de la Navidad en los hogares peruanos. Presente en mesas familiares de costa, sierra y selva, este dulce despierta recuerdos, celebraciones y reuniones. Sin embargo, su origen se remonta muy lejos del Perú: a la Italia del siglo XV.
Una de las leyendas más difundidas sobre el nacimiento del panetón sitúa la historia en la víspera de Navidad de 1495, durante un banquete en la corte de Ludovico Sforza, en Milán. Mientras se preparaba la cena, el chef encargó a su joven ayudante, Toni, vigilar el horno donde se cocinaban unos bizcochos. Exhausto por la jornada, Toni se quedó dormido y los panes se quemaron.
Para evitar el desastre, el joven decidió usar la masa de levadura que había reservado para su propio pan navideño. A esta le añadió harina, huevos, azúcar, pasas y fruta confitada. Tras hornearla, la presentó en el banquete. El resultado fue tan bien recibido que el postre fue bautizado como “el pan de Toni”, nombre que con el tiempo derivaría en panetón.
No obstante, esta historia es puesta en duda por el historiador italiano Massimo Montanari, quien sostiene que existen documentos que confirman la presencia de panes festivos desde al menos 1470, anteriores a la famosa anécdota. Según textos atribuidos a Valagussa, la noche del 24 de diciembre se encendía un gran tronco en la chimenea y se compartían panes grandes de trigo azucarados. El jefe de familia repartía las porciones entre los presentes y reservaba un trozo para el año siguiente, como símbolo de continuidad y prosperidad.
Fue recién a inicios del siglo XX cuando el panetón adquirió la forma y preparación que hoy conocemos. El panadero milanés Angelo Motta innovó la receta tradicional al incorporar mayor cantidad de levadura, prolongar el tiempo de reposo por más de 30 horas y envolver la masa en un papel especial para el horneado, logrando así su característica forma alta y esponjosa.
¿Y cómo llegó el panetón al Perú? Su arribo está ligado a la migración italiana hacia Sudamérica entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX. Miles de italianos trajeron consigo sus costumbres y tradiciones culinarias. Entre ellos destacó Pietro D’Onofrio, quien se estableció en el Perú y fundó una empresa que marcaría la industria alimentaria nacional. Sin embargo, fue recién alrededor de la década de 1950 cuando el consumo de panetón se consolidó como una auténtica tradición navideña en el país.
Hoy, el panetón ya no es solo un postre importado, sino un elemento profundamente integrado en la identidad cultural peruana, compartido en Navidad junto al chocolate caliente y convertido en símbolo de unión familiar.
¿Conocías la historia detrás de este clásico de las fiestas?
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