El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, atraviesa un momento clave en su gestión. A pocos días de que el Pleno del Congreso debata una moción de censura en su contra, el funcionario aseguró que no renunciará y que respetará el proceso parlamentario.
“No voy a renunciar por un tema muy simple. El Congreso me convocó para una interpelación y ahora procede con la censura. Cumpliré con ese proceso”, declaró a un medio nacional.
La controversia estalló tras el conflicto por la concesión del transporte turístico en la ruta Hiram Bingham, que conecta con Machu Picchu. Valencia responsabilizó al municipio de Urubamba y sostuvo que el Ejecutivo no tiene facultad legal para intervenir.
“El ente competente es el municipio. Si el ministerio actúa fuera de sus funciones, incurriría en usurpación”, precisó.
El ministro defendió que su cartera se dedica exclusivamente a la conservación del patrimonio arqueológico y que los temas turísticos y ambientales corresponden a otros sectores. Sin embargo, sus críticos lo acusan de pasividad frente a un conflicto que afecta la imagen internacional del país.
La polémica aumentó cuando la organización New Seven Wonders advirtió sobre un posible retiro del título de “Maravilla del Mundo” a Machu Picchu. Valencia aclaró que dicho reconocimiento no depende de la Unesco y que se trató de una votación pública.
“Ese título no corre riesgo, pero ya hemos iniciado reuniones para atender observaciones”, dijo.
En su defensa, el ministro destacó que el turismo hacia la ciudadela no ha disminuido. Según cifras del sector, hasta la fecha se han vendido 1.450.000 boletos para ingresar a Machu Picchu en 2025, cifra cercana al récord de 1.5 millones alcanzado en 2019.
El contexto político agrava la situación. Desde 2023, el Congreso ha interpelado a 12 ministros y presentado 5 mociones de censura, de las cuales 3 fueron aprobadas. En paralelo, la Defensoría del Pueblo reporta que 80 % de los conflictos sociales en Cusco están vinculados al turismo y la gestión del patrimonio cultural.
Valencia también rechazó los pedidos del Gobierno Regional del Cusco para asumir el control de Machu Picchu, recordando que la Convención del Patrimonio Mundial de 1982 establece que la conservación de sitios inscritos es competencia del Estado nacional.
“El Ejecutivo no va a delegar una competencia normada internacionalmente”, subrayó.
El Congreso debatirá la moción de censura este jueves 9 de octubre. Para ser aprobada, requiere 66 votos. De lograrse, el ministro sería la nueva baja en el gabinete de Dina Boluarte.
Más allá del resultado, el caso reabre el debate sobre el rol del Ministerio de Cultura en la protección del patrimonio nacional y la estabilidad de los funcionarios frente a la creciente confrontación política entre el Ejecutivo y el Legislativo.
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